Simón Pachano es profesor de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Políticas (Flacso) de Quito, Ecuador. Es experto de política ecuatoriana, sobre la que escribe en medios como América Latina Hoy, El Universo e Infolatam. En una conversación virtual, hablamos con él de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en el país andino, donde se enfrentarán el candidato correista, Andrés Arauz, y el de la derecha, Guillermo Lasso.
A pocos días de la segunda vuelta, ¿cómo es el clima político en Ecuador?
Hay un clima de confrontación fuerte, de polarización, que se expresa en dos temas. Primero, el modelo económico que propone cada candidato. Guillermo Lasso propone un modelo de economía abierta, en donde el principal factor sea el sector privado y productivo. Andrés Arauz plantea una intervención mayor del estado, muy similar a la política que impulsó Rafael Correa, dónde el gasto público era el motor de la economía. La posibilidad de aplicar el modelo de Arauz la veo muy difícil: Correa tuvo éxito porque estuvo en el momento de auge de las commodities y Ecuador se benefició de los precios del petróleo. Sin embargo, junto con eso Arauz tiene una propuesta de muy corto plazo que es entregar mil dólares a un millón de familias y eso es un atractivo electoral muy fuerte que puede funcionar en los primeros meses de su gestión.
El otro tema que genera polarización es el correísmo contra el anticorreísmo. Desde que Correa fue presidente se estableció una división muy clara en el país que él también alimentó permanentemente con su discurso muy confrontacional entre el correísmo, o la revolución ciudadana, y los opositores a esta. En esta segunda vuelta, esto se ha retomado con mucha fuerza. En la primera fue menos visible porque había muchos candidatos y muchos temas.
En este momento los dos candidatos están empatados, es muy difícil decir quién puede ganar. A pesar de que la mayor parte de las encuestas le dan la preferencia a Lasso, yo creo que hay una leve probabilidad mayor para Arauz por el voto duro del correísmo y por sus propuestas económicas inmediatas.
El expresidente Rafael Correa ha tenido que renunciar a presentarse como presidente, debido al referéndum contra la reelección indefinida promovido por Lenín Moreno, y como vicepresidente, por la condena a ocho años de prisión e inhabilitación política. Sin embargo, sigue teniendo gran influencia en la política ecuatoriana. Los anticorreistas consideran a Arauz la prosecución del correísmo o incluso una marioneta de Correa. Según su opinión, ¿es así?
Sí. Andrés Arauz es una persona desconocida, nadie lo conocía fuera del gobierno de Correa y del círculo más cercano. No era una persona que haya tenido una trayectoria pública, a pesar de que fue ministro en dos ministerios. Pero Correa tenía tanta imagen, irradiaba tanta luz que opacaba al resto. Arauz era una de las personas a las que nunca se les vio en público. Toda la primera parte de la campaña fue a favor de Correa. Por ejemplo, los posters eran una foto muy grande de Correa y una muy chiquita de Arauz. En esta segunda vuelta ellos han visto que esto no les conviene y han relegado en segundo lugar a Correa y fortalecido la imagen de Arauz. Pero, evidentemente es Correa quien juega en esta campaña. Es muy parecido a lo que sucedió en los 70 en Argentina cuando Perón puso de candidato a Héctor Cámpora y la consigna era “Cámpora al gobierno y Perón al poder”. De alguna manera es eso: Arauz al gobierno, Correa al poder. La pregunta que cabe ahí es cuánto tiempo va a gobernar Arauz y si le va a buscar una forma de gobernar a Correa.
Poco después del cierre de las votaciones del 7 de febrero, Lasso y Pérez se pusieron de acuerdo con la autoridad electoral para un nuevo recuento en 17 provincias. Cuando Lasso comenzó a revertir el resultado, se retractó y propuso que se tomaran en cuenta solo seis provincias. ¿Yaku Pérez tiene razón cuando habla de “fraude”?
Yo creo que no. Creo que hubo algunas irregularidades, pero no fraude hecho intencionalmente. Básicamente estuvieron mal hechas algunas actas. Es decir, primero se cuentan los votos y luego se escribe el número en unas actas: eso estuvo mal hecho en algunos casos pero no en una cantidad significativa como para cambiar el resultado. Más bien, yo creo que en donde hubo irregularidades más grandes no fue en las provincias que señalaba Pérez sino en Manabí, donde Arauz ha obtenido su mayor porcentaje de votación, más del 50%. Ahí hubo problemas más serios que podían haber alterado los resultados pero no en favor de Pérez, tal vez en favor de Lasso o algún otro candidato.
Pese a que no ha conseguido llegar a la segunda vuelta, Peréz ha obtenido un resultado sin precedentes. ¿A qué se debe su éxito?
Se explica por un lado porque tiene propuestas novedosas, como la ampliación de derechos no solo en el campo ambiental, en la ecología, que es su parte fuerte, sino también el matrimonio egualitario, el aborto terapéutico, la inclusión de sectores historicamente excluídos. Eso llegó a mucha gente joven, sobre todo, que hace que su votación sea algo que nunca ha tenido un líder indigena. La votación de los candidatos indígenas fue de alrededor 3-4% y ahora ha tenido casi el 20%. También, porque aparece como un candidato renovador de la política y eso tiene mucho apoyo entre la gente que está cansada de la política, que quiere una renovación total, un poco como el fenómeno que hubo en Italia con el Movimiento 5 Estrellas.
Aunque Pérez está llevando adelante una campaña para el voto nulo, algunas encuestas dan a Lasso como favorito en la intención de voto. ¿A quiénes irán los votos de Pérez y del cuarto clasificado Xavier Hervas?
Conozco solamente una encuesta que pregunta por quién votó la primera vuelta y por quién votará la segunda y por lo tanto se puede ver una dirección de los votos de quienes quedaron fuera. Los votos de Pérez se dividirán en tres tercios, un 30% aproximadamente iría a Guillermo Lasso, un 30% al voto nulo y otro 30% se dividiría entre un 17% para Arauz y un 13% entre el voto en blanco o los que no saben por quién votar. En los últimos días, uno de los líderes indígenas, Jaime Vargas, dio el apoyo a Arauz, pero inmediatamente otros dirigentes lo han tratado de traidor y han dicho que la posición es el voto nulo. Esto ha provocado una mayor división dentro del movimiento indígena. En Ecuador el voto [que es obligatorio] nulo siempre está alrededor del 10-12%. En la segunda, posiblemente se va a superar el nivel histórico porque mucha gente seguidora de Pérez va a votar nulo y también gente que votó por otras candidaturas y no está de acuerdo con ninguno de los dos que han quedado.
Durante el último debate entre Lasso y Arauz, los dos candidatos han pasado la mayoría del tiempo atacandose. Arauz ha acusado a Lasso de financiar su campaña con dinero del Banco de Guayaquil, mientras que Lasso se ha centrado en el poder de Correa sobre Arauz. Ninguno de los dos ha profundizado su agenda política. ¿La política ecuatoriana sufre una falta de contenido?
Sí. Normalmente, la política ecuatoriana es más de enfrentamiento personal y eso se ha visto en esta campaña y se está viendo en la segunda vuelta. Ahí hay dos cosas que me gustaría señalar: el debate tuvo un formato muy malo, que no permitía que se entrara en los temas de fondo. Eran preguntas cerradas que tenían cuatro, cinco, seis preguntas adentro y el candidato tenía un minuto y medio para responder. Eso lleva a que los candidatos repitan lo que llevan diciendo en la campaña y no más. En ese sentido yo creo que se desperdició una buena oportunidad. Sin embargo, el debate ha tenido un efecto en la votación, según las encuestas: Lasso ha comenzado a subir y Arauz se ha estancado, aunque no ha bajado.
El actual presidente Lenín Moreno ha alcanzado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para renegociar la deuda a cambio de reformas fiscales. ¿Cuánto pesará sobre el próximo presidente y cuál sería la estrategia de los dos candidatos?
Lasso ya ha anunciado que mantendrá el acuerdo con el Fondo, obviamente renegociando. Ningún candidato va a decir que lo toma como está. Arauz ha dicho que prácticamente no mantendrá el acuerdo, a pesar de que se reunió con personas del Fondo Monetario en Estados Unidos. No sé si esto ocurrirá inmediatamente, porque este acuerdo está vinculado a la renegociación de la deuda, que ya se hizo, y a la entrega de unos recursos que están previstos para el nuevo gobierno, pero creo que no va a seguir en algunos aspectos fundamentales, como una reforma fiscal impositiva. Por ejemplo, el fondo plantea subir el IVA y creo que ninguno de los dos candidatos lo va a aceptar. Políticamente sería una barbaridad hacerlo, peor ahora con los efectos de la pandemia. En cambio, el impuesto a la salida de divisas, que ahora es de un 5%, Arauz plantea que sea de un 27%. Eso va a crear un problema con el FMI, porque ellos plantean eliminar ese impuesto.
Editing a cura di Giulia Lamponi
Be the first to comment on "Ecuador a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, entrevista a Simón Pachano"